Domestic Data Streamers es un colectivo de diseñadores e investigadores catalanes que idea instalaciones artísticas a partir de guarismos. Esto es, que da cuerpo a las frías estadísticas. Sus propuestas se desarrollan en tiempo real y son producto de la interacción con las personas. En el Museo del Diseño de Barcelona convirtieron las respuestas a la pregunta “¿cuándo quieres morir?” en un despliegue de globos blancos y negros suspendidos a diferentes alturas; en un taller de Open Data Cooking trocaron en comida las apetencias sexuales de los asistentes; y en MBC Fest planean plasmar las emociones que la música en directo despierta en la audiencia. Recientes Premio Ciutat de Barcelona en apartado de Diseño, Domestic Data Streamers son también parte esencial del #MBCesDiseño.
El colectivo va a disponer seis molinos, tres por escenario, que proyectarán el fluir de cada concierto dibujando formas y colores a partir del giro de sus aspas, dotadas de luces led. La instalación de Domestic Data Streamers reproducirá las emociones que los directos de, entre otros, Future Islands, The Horrors, Ash, La Roux, Wild Beasts, Carl Barat o Sigma, despertarán en el público asistente. Dos de los molinos reproducirán el flow de los conciertos con un retardo de 15 minutos, en otros dos se podrá visualizar lo acontecido hace una hora y en los restantes, la experiencia de dos horas atrás.
Domestic Data Streamers han diseñado unos molinos que rompen con la idea de los materiales habitualmente asociados a estas máquinas. Los trípodes, las juntas de los soportes y las patas se han realizado con piezas de 3D y madera. El efecto luminoso de las aspas se basa en la persistencia retiniana, y es similar a los dibujos que trazan los niños cuando agitan las bengalas en el aire.
Al término del festival se analizarán los datos recogidos y se realizará un ránking de los grupos que han despertado una mayor oleada de sentimientos en el público.
- ¿Cómo surge vuestro apego a los números?
– Por la complejidad de explicarlos, por lo difícil que puede resultar entender algo que se sale del ser humano. Nos supone un buen rato jugar a cómo los recogemos, interpretamos, explicamos y elaboramos un discurso a partir de ellos.
- ¿Cómo ha cambiado el entorno digital el horizonte de los números y su comprensión?
– Lo digital ha masificado los números. Un 99% de los datos se genera en un entorno digital, pero nosotros a los que jugamos es a llevarlos a un entorno analógico para poder entenderlos y vivir una experiencia con su comprensión. De esta forma, una información que puede estar en una base de datos my compleja, en un excel, por ejemplo, puedes pasar a entenderla con una mirada a la obra.
- ¿En qué medida os ha facilitado trabajar con guarismos la exportación de vuestra propuesta?
– Cuando hablamos de números hablamos de un idioma universal. No obstante, lo que nos ha llevado a Berlín, Doha, Qatar, Dubai o Londres es que texturas y formas son también idiomases universales. El secreto de la internacionalización de este proyecto reside en disponer de muchos lenguajes para comunicarnos con la gente, para que interpreten nuestra obra y el mensaje que queremos dar.
- ¿Cuáles han sido los resultados más inesperados que han arrojado vuestros trabajos?
– En Lifeline preguntábamos a la gente cuándo quería morir y descubrimos que las personas cercanas a los 27 años hallan sentido a morirse ahora, no lo ven como un recorrido muy largo por delante. Sin embargo, a medida que se va madurando se van buscando más cosas que hacer, se va encontrando más sentido a la longevidad. Otra sorpresa fue un proyecto en el que medimos el nivel de optimismo en una plaza de barcelona los abuelos de la mañana y de la tarde tenían niveles distintos. Se trata de curiosidades que no prodríamos entender sin conocer el contexto en que se han recogido los datos.
- Convertir los números en instalaciones para proporcionar experiencias, ¿es una forma de humanizar los datos?
– Con nuestras propuestas hay parte del público que interpreta realidades de manera más sencilla que si tuvieran que analizar datos como se hace normalmente. Nos estamos especializando, incluso me atrevería a decir doctorando, en conseguir que una visualización de números sea comprensible y tenga una rigurosidad. Nuestro objetivo es que la experiencia provoque preguntas, que los usuarios jueguen a identificar patrones en las piezas que mostramos.
- ¿Qué componente divulgativo tiene vuestro trabajo y qué de entretenimiento?
– No entendemos nuestras piezas como un entretenimiento de masas, sino como una vivencia, algo que te puede hacer reflexionar. Lo que buscamos básicamente es una introexperiencia, que el usuario forme parte de la información y sienta que está en comparación con otros. La aportación de una sola persona no tendría sentido, pero cuando las juntamos todas el resultado es mucho más grande que la suma de todas ellas.